Por O. P. SRIVASTAVA
El cine paralelo en la India, especialmente dentro de la industria cinematográfica en hindi, marcó un profundo alejamiento de las convenciones de la corriente principal de Bollywood. Esta revolución cinematográfica comenzó en la década de 1960 y cobró impulso durante las décadas de 1970 y 1980, desafiando las narrativas formuladas y el comercialismo que dominaban el cine indio. A diferencia de las secuencias de canciones y bailes, el melodrama y el enfoque centrado en las estrellas de Bollywood, el Cine Paralelo se centra en el realismo, las cuestiones sociales y la integridad artística. Este movimiento no sólo influyó en la India, sociedad y la cultura, pero también dejó una huella indeleble en el cine mundial.
El movimiento fue catalizado por la creación del Instituto de Cine y Televisión de la India (FTII) en 1960, que se convirtió en un caldo de cultivo para una nueva generación de cineastas decididos a crear películas basadas en la realidad y centradas en la condición humana. Inspirándose en el neorrealismo italiano, el cine francés de la Nueva Ola y el trabajo de cineastas de renombre como Satyajit Ray, estos directores presentaron historias que reflejaban las luchas cotidianas, los desafíos sociopolíticos y los matices culturales. El cine paralelo se convirtió en una voz para los marginados y un reflejo sin filtros de la sociedad india.